jueves, 11 de febrero de 2010

Una simple estrellita...

Subir, subir, subir y aún más, un poco más subir y mirar  fijamente en el cielo... para alcanzar esa pequeña estrellita, sí esa, que está entremedio de un montón de miles que hay por doquier ahí, pero ella la más pequeña que casi no se ve, sí, esa es, aquella que pasa desapercibida que se ve menos por la intensidad vanagloriante de las otras, sí, esa que sigue ahí humilde sin mostrar ni por un minuto que es mucho más brillante que las demás, aún no es su momento... Incluso la pasan a llevar otras que van muy de prisa, como fugaz por el aire atropellando por su paso a quien no se lo de... y ella sigue intacta...
Pensando muy íntimamente que pronto será su momento... no hace falta apresurarse... todo a su debido tiempo... quizas esté un poco cansada de tanto esperar, pero sabe que todo valdrá la pena y que su tiempo de espera se valorará mucho más en un próximo tiempo, en un tiempo en que ya no habrán tantas y crecerá poco a poco, sin que nadie la presione y saldrá victoriosa y sobreponiéndose a las pocas demás que quedan...

jueves, 4 de febrero de 2010

Cada cual...

Estando estancada fijamente en tu mirada... de vacilación por todo lo que pasa y lo que pasó, reflexiono como todo al paso de un parpadeo puede cambiar rotundamente de dirección y sin una vuelta atrás...
Salgo en busca de distracción, en captar en la mirada de otros algo que se busca, pero que no se sabe que es.
Si hay alguien que pase por lo mismo o se asemeje a ello, pero no se encuentra nada y en realidad no se necesita tampoco profundizar en las miradas para percatarse de que cada cual está incerto en un mundo fundado por ellos mismos; egocéntrico y a su gusto y que el que está a menos de un centímetro de ese mundo, no vale, porque no pertenece al de él y crea el suyo y así el otro tampoco es bienvenido. Y así, cada cual creando y creando mundos por montón, sin vacantes de aceptación.